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No sé qué título ponerle a esta cosa

  • myownstylenow
  • 17 mar 2016
  • 4 Min. de lectura

Entre el fin del año pasado y el inicio de este queridísimo 2016, pasaron bastantes cosas que no conté porque decidí tomarme una buenas BUENAS vacaciones, pero como el perro arrepentido, he vuelto con el rabo entre las piernas rapidito a mi deber.

Así que, como hay mucho que contar voy a separar esto por subtítulos:

Pucha, el año pasado fue bueno y malo.

A fines del año pasado nuestros queridos funcionarios se fueron a paro tan trígidamente, que se tomaron la facultah. Sí, así tal cual hermano. La Facultah de Medicinah de la Shile estaba tomada y no era precisamente por lo alumnos. El tema es que yo había ido pa los chillanes para el 8 de diciembre y quería ir, lógicamente, a pasar Navidad con mi familia también, porque no los había visto en harto tiempo, pero tenía que venir a Santiago a dar mis últimos certámenes y algunos exámenes.

Ya, todos felices, fui a comprar pasajes y voy volviendo del terminal de la empresa de buses más segura de Chilito y ¡Pam! ahí, en pleno feisbuk del curso diciendo que la profe iba a hacer el último examen el 24 de diciembre. La cara de "Khé?" no me la quité en todo lo que quedaba de tarde. Llamé a mi mamá pa avisarle que no iba a alcanzar a ir para las fiestas y que iba a cambiar los pasajes para después. Al otro día fui a cambiarlo y la vieja %@/&! del examen, un par de días después, cambia la fecha pa después de Navidad. Les voy a ser sincera, me quería cortar una pechuga.

El tema es que mi amiga legalmente rubia también se iba a quedar en la capital, así que íbamos a pasar el 25 de diciembre juntas, pero el 24 me habla por wsp y me pregunta si quiero ir a comer con ella y unas alemanas que estudian en su misma facultad. ¡Oh, filetits! Me arreglo, tomo mis cosas y parto a Providencia (que es donde vivía mi amiga). Pucha, las alemanas... ¡Un amor! La conversación se dio como si nos conociéramos de toda la vida e hicieron una cena bien rica. Nos despedimos de una de las dos extranjeras (porque del departamento que mi amiga comparte con una de las alemanas nos fuimos a donde vivía la otra chiquilla) y volvimos al punto de partida. Yo me iba a quedar a dormir con mi amiga porque ni cagando volvía a las dos de la mañana de Providencia a Independencia.

Mi amiga, que tiene más conocidos y amigos de los que podría llegar a imaginar, llamó a algunas personas, le mandó mensajes a otras más y al final se acostó. Volví al otro día a mi pent-house y dormí toda larde.

  • Chao 2015, hola 2016

Al final volví el 28 de diciembre a mi ciudad a sabiendas de que tenía que volver porque tenía que dar otro examen y tenía que ir a un concierto. Vine a Santiago, di mi último examen y fui al concierto. Lo malo es que me eché el ramo y lo bueno es... en realidad no hay mucho bueno que decir.

  • Recibiendo mechones.

Yo creo que la u me quitó una parte importante del cartuchismo que me quedaba (aun me queda así que...) Lo que sí he de decir es que este año me sacaron la gomitah (el frugele) varias veces durante la semana de matrícula de los mechones. Pero eso no es lo importante. Lo realmente importante es que he hablado con muchos compañeros y compañeras con los que nunca pensé hablar. Y descubrí que son re-simpáticos, así que un consejo: nunca juzguen a un compañero de carrera por la cara o por con quién se junta.

  • Shinos cochinos en Chilito.

El momento más beio que he vivido hasta ahora en mis casi veinte años de vida fue cuando mis cabros feos confirmaron que venían al país más largo del mundo. Weona! casi me desmayo!

Rompí el chanchito, pagué 70 lucas por la entrada VIP con lo que había ahorrado en mi trabajo de todo un año... okno... de como 4 meses, junté todo mi fangirlismo y partí pal Caupolicán. Llegué a las 8:30 de la mañana a hacer la fila y ya había 400 personas delante mío. Otsea... Jelou? Y yo que pensé que éramos muy pocas en el fandom. Después empezó a llegar más gente (porque se siente mal ser la última en la fila) y conocí a unas chiquillas bien simpáticas. Ya a eso de las 7 de la tarde conocía como a 5 personas de adelante y 5 de atrás.

La entrada fue una cosa caótica que no merece mucho detalle, pero el concierto en sí... fue infinitamente mejor de lo que esperaba. Más allá de mis expectativas y de todo. Simplemente hermosos los chinos del sur. Al final de las 2 horas de concierto estaba con todo el delineador corrido por tanto llanto y con las hormonas más que revolucionadas. Los hombres mas beios que he visto en mi vida.

  • Corte de pelo y vuelta a Santiasco.

Sí, me corté el pelo. Ya no me parezco a la Sirenita (en realidad nunca me parecí), así que ya no me pueden decir Ariel. Necesito un nuevo apodo. Mi pelo tampoco está "rojo pasión" ahora es más... ¿Café? no sé, pero volveré al antiguo rojo, me gustaba más ese. Y sí. Volví a Santiago el 3 de marzo pasadas las dos de la tarde y con las palomas asadas cayendo del cielo ya estaba en el metro con mi maleta, un bolso más pesado que la chu y mi mochila nueva, porque mi mochila antigua se rompió (un minuto de silencio). Así que aquí estamos, lista para empezar mi segundo año año de u y para escribirles a través de este bloc todas las historias de esta Pelirroja Antinatural.

 
 
 

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